domingo, 22 de febrero de 2015

Intervención Arqueológica de urgencia en la Variante de Alhaurín de la Torre en la A-366, Rotonda de la Venta Vázquez. Alhaurín de la Torre, Málaga.



                                               José Antonio Santamaría García
                                                          
INTRODUCCIÓN

A principios del mes de Abril del año 2002, durante los trabajos y movimientos de tierra que se estaban realizando en el paraje conocido como los Caracolillos, en las proximidades de la Venta Vázquez, para la Variante y Circunvalación del casco urbano de Alhaurín de la Torre, se produce el hallazgo fortuito de restos arqueológicos; estos restos se encontraban en los terraplenes de la carretera, por lo que al estar al descubierto y a la vista nos inducen a pensar en su pronta perdida, vía expoliación.


Fotografía Detalle del hallazgo del cráneo.

A partir de este momento entramos en contacto con los organismos implicados en dicha obra, hasta conseguir los correspondientes permisos para poder realizar una pequeña intervención arqueológica de limpieza y documentación de los restos aparecidos, para ello identificamos tres áreas de intervención:

1 Posible estructura funeraria, en el talud podemos observar una gran laja de piedra, desprendida de su posición original, pero relacionada con restos óseos craneales, cortados por la maquina. y restos de un hueso largo posible húmero que se encontraba presumiblemente relacionado con el cráneo.

2 Alineación de lajas de piedra, de tamaño y grosor homogéneo, cortadas en el perfil por la maquina, que pudieran corresponderse con otra estructura funeraria.

3  Lajas de piedras conservadas en superficie, dos horizontales y una tercera vertical, que se encuentran a 1 m escaso de la zona de talud de la carretera.


Fotografía Detalle de la tumba antes del inicio de los trabajos.

Los trabajos de campo se han desarrollado desde el día 20 de Junio hasta el día 24 de Junio, ambos inclusive, durante este periodo de tiempo se han examinado las tres áreas objeto de estudio.

APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL ÁREA:

El yacimiento que nos se encuentra ubicado en una zona de suaves colinas descendentes que se encuentran bajo las primeras estribaciones de la sierra de Míjas, en el paraje conocido como el Montañés, muy cerca de la Venta Vázquez, en una zona anteriormente utilizada para el cultivo del olivar, y que actualmente se encuentra en desuso, fruto de las expropiaciones realizadas para la construcción de la Variante de Alhaurín de la Torre, Málaga. 

Este lugar se encuentra en un punto estratégico por su amplio dominio visual de su entorno inmediato además de todo el valle del río del Valle, afluente secundario del río Guadalhorce, que se corresponde con el espacio comprendido entre la sierra de Míjas y la sierra de Cártama.

Los restos arqueológicos examinados son inéditos, sobre la zona de investigación con anterioridad a los hallazgos realizados por la carretera, se han documentado restos, cuanto menos escasos, encuadrables culturalmente en dos momentos muy genéricos. 

Para un primer momento de ocupación se documentan  algunos amorfos de cerámica realizadas a mano y algunos hallazgos líticos poco significativos, todo ello encuadrable durante la Prehistoria Reciente.

El segundo momento representado culturalmente, es un horizonte cultural romano indefinido; estos restos se corresponden sobre todo a algunos fragmentos de tégulas e imbrices y a fragmentos de cerámica común y sigillata muy rodados y amorfos. 

Con independencia de estos restos localizados en las inmediaciones, podemos reseñar por cercanías dos yacimientos mal estudiados hasta la fecha con cronologías relativas muy dispares, pero que apuntan a las mismas líneas de investigación anteriormente reseñadas:  

Siguiendo la carretera A-366 (antigua C-344) en dirección al termino municipal de Alhaurín el Grande, a unos 600 metros nos encontramos con una loma, primeras estribaciones de la Sierra de Míjas, justo por delante del Campo de Tiro Pichón, y 30 metros antes del arco de entrada al Tiro Pichón, en el que aparecen algunos materiales arqueológicos asignables culturalmente a una Prehistoria Reciente, sobre un sustrato geológico rico en restos paleontológicos marinos. Los materiales arqueológicos se corresponden con una treintena de fragmentos amorfos de cerámicas realizadas a mano, de entre las que destaca varios fragmentos amorfos de gran grosor que deben de corresponderse  con paredes de grandes vasijas de almacenamiento, y un fragmento amorfo con un pequeño mamelón de forma ovoide, un conjunto de lasquitas de silex con retoques de uso, un fragmento de punta  de silex, un fragmento de la extremidad distal de una pieza pulimentada (hachita o hachuela), y un fragmento de molino de mano.


Fotografía Corte 1, detalle cráneo.

Entrando por el trazado de la circunvalación y a unos escasos 1000 metros nos encontramos con otro yacimiento, quizás más importante que el anterior, en cuanto a extensión y material, que es conocido como Villa romana de Peralta, con materiales arqueológicos datables en los siglos I- II d. de C. (Terra Sigillata Hispanica, formas Dragendorf  37 y 18). Este horizonte cultural parece ser mucho más amplio, puesto que los trabajos de los desmontes de la circunvalación realizados en esta zona sin ningún control arqueológico, hemos podido recuperar, en un estrato de color grisáceo, un conjunto de materiales que a continuación de manera suscinta describimos: siete  conchas completas perforadas, dos conchas sin perforación, unos treinta fragmentos de conchas de diverso tamaño, una fusayola bitroncocónica fragmentada, varios fragmentos de borde de cuencos hemihesféricos de pequeño diámetro de cerámica a mano, fragmentos amorfos de cerámica a mano, entre los que destaca uno decorado con un espatulado, y un fragmento decorado con una línea de digitaciones, un  fragmento de una lámina levallois, varios fragmentos de sigillata muy rodada, y un fragmento de pared y cuello de ánfora ibérica.  También nos han llegado noticias del hallazgo de dos malaka y un denario de augusto en dichos movimientos de tierras. 

PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO:

Antes de iniciar propiamente los estudios en las zonas seleccionadas, se ha realizado una prospección del entorno inmediato de la zona objeto de estudio, con el fin de aportar mas datos, y localizar posibles restos arqueológicos  relacionados con los ya aparecidos, los resultados en este sentido han sido prácticamente negativos.

Excavación:

Zona 1. En este punto hemos planteado un pequeño corte en el que nos hemos tenido que acomodar al terraplén de la carretera, teniendo  2 m (perfil Sur) por 1,12 m (perfil Este) por 1,54 m (perfil Oeste), el perfil norte se corresponde con la zona de desmonte, lo que ha originado muchos problemas a la hora de trabajar, pues nos hemos encontrado con un desnivel superior a 1 m en la superficie del corte.  Además, hemos de dejar bien claro desde un principio, que la acción de la obra sobre esta estructura ha sido muy dañina, puesto que ha removido casi totalmente la cubierta de la tumba, con la consiguiente remoción de la estratigrafía del corte y de la propia estructura.

Metodológicamente hemos seguido el método de excavación por estratigrafía natural, de techo a base nos encontramos con los siguientes niveles:

U.E.1, se corresponde con un pequeño nivel de grosor de unos 4 cm, de tierra vegetal con una coloración oscura, que se corresponde con la descomposición  de materia orgánica. Este nivel sigue una inclinación Oeste-Este, que es fruto del desnivel natural del cerro.  Nivel completamente estéril.

U.E.2, nivel de tierras de color marrón muy granulosa, con un fuerte componente arenoso, tiene un grosor medio de unos 30 cm, no se documenta ningún material arqueológico, en la zona este del corte su grosor es mayor y descansa directamente sobre la U.E.4, con un espesor de 50 cm. Este nivel debe de corresponderse con el material removido por las labores agrícolas del campo, al igual que el anterior sigue una ligera inclinación Oeste-Este.

U.E.3, no se encuentra representado en toda la superficie del corte, en la zona este, desaparece dejando paso a la U.E.2, es un nivel de color beige, fuertemente compactado, con abundantes nódulos de pequeño tamaño de cal, su grosor medio es de unos 40 cm. Es un nivel arqueológicamente estéril, y creemos que nivel geológico.

U.E.4, este nivel es muy irregular y es sin duda el más afectado por los movimientos de tierra y desmontes de la carretera, se corresponde originalmente con la cubierta del enterramiento, se encuentra formado por varias lajas de piedra de considerable tamaño, más de 40 cm, y otras piedras más pequeñas que reforzarían la cubierta de la estructura, presenta un buzamiento distinto a los niveles anteriores Sur-Norte, creemos que este debe de deberse a la acción de  las maquinas, pues coincide con la dirección del terraplén, este nivel debió de ser uniforme, pero este hecho no ha podido ser corroborado, puesto que antes de iniciar la excavación ya se documentaba en superficie restos de una laja arrancada de su posición en esta U.E., sin embargo parece que nos han quedado las improntas de al Menos dos lajas, que ocuparían los huecos que se observan en este nivel. Nivel arqueológicamente estéril.

  Planta de la cubrición de la tumba. U.E.4.

U.E.5, se corresponde propiamente con el nivel inmediatamente inferior a la cubierta de lajas, y donde se encontraría ubicada la inhumación, es un nivel de tierras marrones muy arenosa, ligeramente compactada. Con un grosor que oscila entorno a los 40 cm, algunos sectores se encuentran muy sueltos, y pueden ser fruto de la remoción ocasionada por la maquina, pues coinciden con los huecos documentados en la unidad anterior. Se documentan algunos fragmentos de raíces antiguas, este nivel no se encuentra representado en toda la superficie del corte, desapareciendo en la zona oeste. Nivel con restos óseos humanos.

U.E.6, es el último nivel documentado, es un nivel compuesta únicamente por arenas medianamente compactadas, en la que aparecen algunos fósiles marinos. Su grosor, es superior a los 2 m. Arqueológicamente es estéril, y debe de corresponderse con un nivel estrictamente geológico.  En este nivel es donde originariamente se excavó la fosa de inhumación, siendo esta de forma ligeramente ovoide. 

  Fotografía Corte 1, nivel de cubierta.

Zona 2. En esta zona no se ha realizado ningún sondeo, como paso previo a este se procedió a la limpieza de lo que en principio parecía una alineación regular de lajas de piedras en forma horizontal de más de 2 m. Una vez limpiada la supuesta estructura resulto que se correspondía con un estrato natural de piedra arenisca, no documentándose ningún signo de acción antrópica sobre este nivel.

Fotografía  Corte 2, detalle de inicio. 

Zona 3. en este punto se realizo la limpieza superficial de lo que en principio parecía la estructura de una cista o dolmen correspondiente a dos grandes planchas de piedras dispuestas en paralelo y de forma horizontal con una tercera laja que parecía en posición vertical, realizada la limpieza documentamos que las tres planchas se corresponden, en principio con una única plancha de piedra de gran tamaño fracturada en varios trozos de grandes dimensiones, pero sin ningún signo ni evidencia de haber sido utilizadas antrópicamente.

Fotografía Corte 2, detalle limpieza final. 
DESCRIPCIÓN DE LA INHUMACIÓN:

La cubierta de la tumba, en su origen debió de corresponderse con un nivel cuando menos homogéneo de lajas de piedra de mediano tamaño de forma rectangular, aparentemente talladas,  reforzadas estas por otras piedras de menor tamaño que se localizan in situ en la cabecera y en los pies de la tumba, no se documenta ningún tipo de material a modo de trabazón o argamasa Este nivel de piedras debió de ser más o menos horizontal, aunque nosotros durante el proceso de excavación documentamos un buzamiento en la única laja conservada en su posición original Norte-Sur, esta laja presenta en su extremo sur testimonios de haber sufrido algún movimiento y perdida de superficie por la acción de las maquinas, antes de iniciar la excavación se documentó una laja de piedra de menor tamaño que se debió de corresponder con esta cubrición, pero que la maquina había arrancado, quedando la impronta de su posición reflejada sobre la superficie superior de la U.E.5.
Planta Corte 1, nivel de enterramiento. U.E.5.

Tras retirar los restos de la cubierta de lajas documentamos una fosa excavada sobre la U.E.6 cuyas medidas son 1,70 m de largo por un ancho máximo de 0,46 m. y una profundidad de algo más de 0,40 cm.  Su forma es ligeramente ovalada, se nos ha conservado casi integra, falta un fragmento de la misma que va desde prácticamente la mitad de humero izquierdo hasta el cráneo y se encuentra rellenada por la U.E.5, que es el nivel de enterramiento propiamente dicho, tras rebajar unos 0,10 m. documentamos  los primeros restos óseos.


Fotografía Corte 1, nivel de enterramiento.

El esqueleto exhumado se corresponde  con los restos de un individuo de edad adulta enterrado en posición decubito supino alargado, con la cabeza asentada sobre un reborde o escalón practicado en la fosa, con los brazos alineados y paralelos con el cuerpo y las manos a la altura de la cadera, la cabeza debió de posicionarse hacia arriba, lo que con el tiempo ha provocado la caída de esta y del maxilar inferior con un ligero desplazamiento de este hacia la derecha, la extremidad inferior derecha se encuentra ligeramente flexionada hacia el centro de la fosa. El estado general de conservación de los restos óseos es muy malo, prácticamente no nos ha quedado casi ningún fragmento del esqueleto en su zona troncal, estando los restos de esta zona literalmente machacados, la acción de los trabajos de la carretera ha seccionado una porción bastante amplia del cráneo y de la fosa en esta parte, al cráneo le falta el hueso nasal y las fosas nasales , una parte importante del maxilar superior, la cuenca ocular izquierda, y parte de la derecha, casi la totalidad del hueso frontal, una parte del parietal izquierdo y el arco zigomático izquierdo, aparte de haber dañado seriamente las apófisis del maxilar inferior izquierdo.

Las apófisis de los huesos largos tampoco se han conservado, al igual que la mayoría de los huesos pequeños de la mano izquierda y de ambos pies.

Fotografía Corte 1, detalle cráneo.
Da la impresión de que este individuo ha sido enterrado en una posición, cuando menos forzada, pues los indicios parecen apuntar a cierto acomodo de los restos con respecto a la fosa, la extremidad superior derecha se encuentra 0,10 m. más baja que la extremidad superior izquierda, lo mismo ocurre con las extremidades inferiores, estando la derecha ligeramente más baja, ambas piernas se encuentran ligeramente flexionadas, siendo la flexión más acentuada en la extremidad derecha, la columna vertebral se encuentra también ligeramente inclinada hacia la derecha.

No se ha documentado ningún elemento correspondiente a ajuar; tanto la estructura funeraria como el esqueleto tienen una orientación Oeste-Este, donde Oeste sería la zona de cabecera de la tumba y Este la zona de los pies.

Se ha realizado un estudio de las piezas dentales y faltan las siguientes piezas:

1º cuadrante (maxilar superior derecho): primer premolar, segundo premolar, primer molar, tercer molar.

2º cuadrante (maxilar superior izquierdo): segundo premolar, segundo molar.

3º cuadrante (maxilar inferior izquierdo): primer molar, segundo molar, tercer molar.

4º cuadrante (maxilar inferior derecho): primer molar, tercer molar.

Se han documentan las siguientes anomalías: síntomas inequívocos de gingivitis aguda (piorrea), y de un bruxismo acentuado, el incisivo lateral inferior derecho presenta una fisura mexial, en el primer cuadrante la pieza dental 17 segundo molar presenta una caries mexial, en el tercer cuadrante (maxilar inferior izquierdo) presenta síntomas de una extracción a la altura de la pieza dental 38 (muela de juicio) en proceso de cicatrización, en principio las piezas dentales que faltan fueron perdidas en vida del individuo, como demuestra la cicatrización del maxilar inferior.

Del análisis de las piezas dentales podemos sacar algunas conclusiones: los restos se corresponden con un individuo de sexo masculino de edad muy adulta, casi senil, a tenor del gran desgaste observado en las piezas dentales, este desgaste nos indica una alimentación basada, preferentemente, en elementos vegetales.


Fotografía Corte 1, nivel de enterramiento.

INTERPRETACIÓN CULTURAL:

El intervalo de inhumaciones estudiadas (una sola tumba) es muy pequeño, y esta no tiene una característica estructural muy clarificadora, carece de ajuar, y el contexto arqueológico externo no nos aporta ninguna pista, sabemos que las inhumaciones en fosas se corresponden con un ritual que comienza a utilizarse a finales del siglo I D.C. y se generalizan a lo largo del II, el tipo de cubrición lajas de piedra abarca una amplia variedad cultural, pero se da sobre todo en contextos tardo-romanos. El hecho de carecer de cualquier objeto de ajuar puede ser indicativo o no de este mundo tardío con la prohibición de enterrar con ajuar (concilio de la iglesia católica celebrado en Toledo 585 D.C). Con los pocos datos disponibles hasta este momento sólo podemos dar una fecha post quem para esta inhumación posterior al siglo II D. C. Y una adscripción cronocultural  entorno al mundo tardoromano o altomedieval.



BIBLIOGRAFÍA:

ALARCÓN CASTELLANO, F y BENÍTEZ MOTA, R (1987): “Estudio de los materiales de la necrópolis hispano-visigoda de las Mesas de Algar (Medina Sidonia, Cádiz)”. En Actas Congreso Internacional El Estrecho de Gibraltar. Tomo I. Ceuta. Pp: 1159-1167.

ALMAGRO BASCH, M (1975): “La necrópolis Hispano-visigoda de Segóbriga (Saelices, Cuenca)”. En EAE, 84. 

BENDALA GALÁN, M y NEGUERUELA MARTÍNEZ, I (1980): “Baptisterio paleocristiano y visigodo en los Reales Alcázares de Sevilla”. En N.A.H., 10. Madrid.

CABALLERO ZOREDA, L y ULBERT, T (1975): “La basílica paleocristiana de Casa Herrera en las cercanías de Mérida (Badajoz)”. En E.A.E, 89. Madrid.

CABALLERO ZOREDA, L y VEAS RUIZ, N (1988): “La iglesia del Gatillo”. En Extremadura Arqueológica (E.A), 2.

CARRILERO, M y NIETO, B (1995): “Aproximación al fenómeno paleocristiano en la depresión natural de Ronda”. En IV Reunió D’ Arqueologia Cristiana Hispánica. Monografies de la Secció Histórico – Arqueológica, IV. Barcelona, 1995. Pp: 185-191.

CERRILLO M. DE CÁCERES, E (1988): “Arqueología de la religión. Reflexiones sobre el caso hispánico. Siglos IV-VIII”. En Los visigodos, Historia y Civilización. Antigüedad y Cristianismo III. Murcia.

CERRILLO M. DE CÁCERES, E (1989): “El mundo funerario y religiosa en época visigoda”. En Actas III CAME. T-I. Ponencias. Oviedo, 1989. Pp: 90-110.

COLLANTES TOCINO, Mª. C ET ALII (1987): “Necrópolis Hispano-visigoda de la Mesa de Algar (Medina Sidonia, Cádiz)”. En Actas Congreso Internacional El Estrecho de Gibraltar. Tomo I. Ceuta. Pp: 1143-1158.

COLMENAREJO GARCÍA, F (1986): “El yacimiento arqueológico de Fuente del Moro”. En Actas I CAME. T-II. Visigodo. Zaragoza, 1986. Pp: 221-239.

DE LUQUE MORAÑO, A (1979): “Necrópolis visigoda II de Villanueva del Rosario (Málaga)”. En Mainake I. Málaga.

DE PALOL SALELLAS, P (1968-69): “La necrópolis de San Miguel del Arroyo y los broches hispanorromanos del siglo IV”. En BSAA, XXXIV-XXXV.

DOLORES DEL AMO, Mª (1979): Estudio Crítico de la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona.  Institut D’ Estudis Tarraconenses Ramón Berenguer IV. Excma. Diputació Provincial de Tarragona.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A.J (1986): “Las necrópolis visigodas y el carácter del asentamiento visigótico en la Península Ibérica”. En Actas I CAME. T-II. Visigodo. Zaragoza, 1986. Pp: 165-186.

ESCRIVÁ TORRES, V y  SORIANO SÁNCHEZ, R (1988): “El área cementerial asociada a la Basílica de la Almoina”. En Actas III CAME. T-II. Comunicaciones. Oviedo, 1988. Pp: 103-109.

ESPINOSA RUIZ, V (1983): “La Iglesia hispano-visigoda de Albelda. Avance de las excavaciones de 1979”. En Cuadernos de Investigación e Historia, 9.

FERNÁNDEZ GÓMEZ, F (1987): “La basílica y necrópolis paleocristiana de Gerena (Sevilla)”. En Noticiario Arqueológico Hispánico (N.A.H.), 29. Madrid.

GARCÍA MORENO, L. A. (1987): “Ceuta y el Estrecho de Gibraltar durante la Antigüedad tardía (Siglos V-VIII)”. En Actas Congreso Internacional El Estrecho de Gibraltar. Tomo I. Ceuta. Pp: 1095-1114.

GIMENEZ REYNA, S (1947): “El cementerio paleocristiano de Cártama (Málaga). En Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, T. XXII, 1-4. Madrid.

GODOY FERNÁNDEZ, C (1986): “Reflexiones sobre la funcionalidad litúrgica de pequeñas pilas junto a piscinas mayores en los baptisterios cristianos hispánicos”. En Actas I CAME. T-II. Visigodo. Zaragoza, 1986. Pp: 125-137.

GODOY FERNÁNDEZ, C (1997): Arqueología y liturgia. Iglesias hispánicas (siglos IV al VIII). Autoritat Portuaria de Tarragona. Publicacions Universitat de Barcelona.
HAUSCHILD, TH (1982): “Técnicas y maneras de construir en la arquitectura paleocristiana hispánica”. En Actas de la II Reunión de Arqueología paleocristiana hispánica. Barcelona.

MARTINEZ SANTA-OLALLA, J (1934): “Notas para un ensayo de sistematización de la arqueología visigoda en España”. En AEA, 29.

MOLINERO, A (1984): “La Necrópolis visigoda de Duratón (Segovia)”. En N.A.H., 4. Madrid.

NAVARRO SOLER, R y MAURI I MARTIN, A (1987): “La secuencia estratigráfica de la necrópolis de Santa Margarita (Martorell)”. En II C.A.M.E. Tomo. III.

PALOL I SALELLAS, P. DE (1964): “Excavaciones en la necrópolis de San Juan de Baños (Palencia)”. En Excavaciones Arqueológicas en España (E.A.E), 32. Madrid.

PALOL I SALELLAS, P. DE (1967): Arqueología Cristiana de la España Romana. Madrid-Valladolid.

PÉREZ DE BARRADAS, J (1934): “Excavaciones en la necrópolis visigoda de Vega del Mar (San Pedro Alcántara, Málaga)”. En M.J.S.E.A, 128.  Madrid.

PÉREZ DE BARRADAS, J (1932): “La basílica paleocristiana de Vega del Mar (San Pedro Alcántara, Málaga)”. En A.E.A.A, 22.

PÉREZ TORRES, C; TORO MAOYANO, I  y RAYA DE CÁRDENAS, M.A (1988): “Necrópolis hispanorromanas y visigodas en la provincia de Granada”. En Actas III CAME. T-II. Comunicaciones. Oviedo, 1988. Pp: 121-127.

POSAC MON, C Y PUERTAS TRICAS, R (1989):  La basílica paleocristiana de Vega del Mar (San Pedro de Alcántara, Marbella). Colección “Monografías”, 2. Servicio de Publicaciones Diputación Provincial de Málaga. Málaga. 139 pp.

REYES TÉLLEZ, F y MENÉNDEZ ROBLE, M.L (1986): “La necrópolis de “El Montecillo” (Atajate, Málaga)”. En Actas I CAME. T-II. Visigodo. Zaragoza, 1986. Pp: 259-277.

RIPOLL, G (1985): “La necrópolis visigoda de El Carpio de Tajo (Toledo)”. En EAE, 142.

RIPOLL, G (1987): “Reflexiones sobre la arqueología funeraria, artesanos y producción artística de la Hispania visigoda”.En XXXIV Corso di cultura sull’ arte Ravennate e Bizantina. Ravenna.

RIPOLL, G (1988): “Los hallazgos de época hispano-visigoda en la región del Estrecho de Gibraltar”. En Actas Congreso Internacional El Estrecho de Gibraltar. Tomo I. Ceuta.

ROSELLÓ, N (1987): “Necrópolis de Vistalegre (Aspe, Alicante): En Actas II CAME. T-II. Comunicaciones. Madrid, 1987. Pp: 373-378.

SAYAS ABENGOCHEA, J.J (1987): “La zona del Estrecho de Gibraltar desde las invasiones a la ocupación bizantina” En Actas Congreso Internacional El Estrecho de Gibraltar. Tomo I. Ceuta. Pp: 1079-1093.

SERRANO RAMOS, E y ALIJO HIDALGO, F (1988): “Una necrópolis de época hispano-visigoda en las eras de Peñarrubia (Málaga)”. En Actas III CAME. T-II. Comunicaciones. Oviedo, 1988. Pp: 110-120.

SERRANO RAMOS, E y ATENCIA PÁEZ, R (1986): “La necrópolis de época visigoda de “El Tesorillo” (Teba, Málaga)”. En Actas I CAME. T-II. Visigodo. Zaragoza, 1986. Pp: 279-295.

TORO MOYANO, I y RAMOS LIZANA, M (1987): “La necrópolis de las Delicias y el Almendral. Dos necrópolis visigodas en el llano de Zafarraya (Granada)”. En Actas II CAME. T-II. Comunicaciones. Madrid, 1987. Pp: 385-394.

No hay comentarios:

Publicar un comentario