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sábado, 10 de octubre de 2015

Molino de la Borda

Este texto formó parte, en su día, de un trabajo más extenso que realice en el 2010, hoy hemos creído interesante extraer este pedacito y publicarlo para darle difusión. 
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Molino La Borda I.

Lo recibio Juan Garrote, escribano del cabildo de Málaga, estaba situado por debajo del sitio de Diego Muñoz, en la huertas conocidas hoy como Los Callejones.[1]

“Molino de la Gorda, (1676). Pronunciación popular del apellido de Alfonso Amate la Borda y sus herederos, marqueses de Guadacorte, propietarios del mismo”.[2]
        

Fotografía. Detalle del alzado de la acequia en las inmediaciones del molino de la Borda tomadas desde la carretera Ma-9001. Fuente: ©Santamaría2010

Los restos que se aprecian de este molino deben de corresponderse con el tipo más común conocido como de alzado vertical o de rodezno horizontal, de este molino solo se conservan o hemos podido apreciar los elementos constructivos que se corresponden con el sistema hidráulico, sin embargo no hemos podido documentar ningún resto del sistema mecánico.

Se inicia esta construcción con un resto bastante bien conservado de la acequia, cao, caos, cuz o caz, o tajea que dirige el agua hacia su estructura hidráulica, tiene un trazado totalmente recto, con una orientación noreste. Presenta sus paredes laterales un ancho de 0,31 m. el caudal 0,75 m. y la otra pared lateral 0,31 m.  Y un calado o profundidad de 0,60 m. en su parte de inicio conservado y en la zona de la rotura difiere sensiblemente de estas medidas lateral de 0,33 m. revestimiento de cerámica de 0,02 m. (de 2 cm.) caudal de 0,75 m. y lateral de 0,33 m. Su calado o profundidad sigue siendo el mismo 0,60 m.

En este primer tramo presenta una longitud de 17,00 m. hasta la parte donde sufre una rotura, para pasar una tubería moderna, con una longitud la parte perdida de +/- 1,20 m. continuando su trazado tenemos una distancia hasta el arco de 2,60 m.  Y desde aquí hasta donde hemos podido documentarla 11,00 m. más. Contamos en total en este fragmento de canalización con unos 32,00 m. conservados.




Fotografía. Detalle del alzado de la acequia en las inmediaciones del molino de la Borda tomadas desde la carretera Ma-9001. En esta foto podemos apreciar las distintas hiladas o tongadas de tapial. Fuente: ©Santamaría2010

Las coordenadas U.T.M. de este fragmento son x= 360477 Y= 4059219 z= 77 msnm para su parte de inicio mas externa. En la parte de rotura son x= 360479 y= 4059235. z= 77 msnm. Hemos de decir que la altura de la acequia varia sensiblemente y aumenta conforme nos dirigimos a los distintos cubos o escubos, así en el origen conservado de la acequia cuenta con un alzado, en la parte externa, que da a la carretera, de 2,40 m. y en la otra cara, la interna, de tan sólo 0,90 m. En la parte donde se encuentra el arquito las medidas aumentan y son las siguientes, parte externa 2,53 m. y en su cara interna 1,81 m. y las coordenadas de este espacio son x= 360473 y= 4059251 y la z= 77 m.s.n.m.

En este lienzo de acequia podemos apreciar varias características muy significativas y de especial importancia. La acequia en sus inicios se encuentra realizada mediante la técnica de tapial.

Existen varios tipos de tapial según la composición de estos, consideramos que el representado en esta estructura se debe de corresponder con el subtipo cal y canto o calicanto, que es el realizado con mortero variable de cal y arena con una presencia significativa de mampuesto formando tandas o tongadas; el remate final del enlucido externo queda liso ocultando los mampuestos. Este tipo de técnica constructiva puede darnos un primer elemento de carácter cronológico, “post quem” pues es habitual su uso durante el periodo almohade, que lo ponen de moda, aunque su utilización perdura en el tiempo hasta nuestros días. 

Fotografía.   Detalle del alzado del muro de la acequia a la altura del cubo del molino de la Borda I, obsérvese en primer término la técnica de tapial y en segundo término el paramento de sillares que en su momento estuvo enlucido y encalado. Y que en algunos puntos conserva pintura roja o almagra. Fuente: ©Santamaría2010.

Con posterioridad apreciamos otros fragmentos de muros de la acequia que están realizados con sillares rectangulares perfectamente escuadrados y alineados, unidos con mortero Y un tercer momento representado sobre todo en sus partes altas que se corresponde a arreglos con piedras más pequeñas y menos regulares.

Todo el conjunto presenta un enlucido y posteriormente un encalado o pintado de blanco, en este primer fragmento apreciamos varias circunstancias importantes, aparece en algunas secciones de la tajea o del caos un recubrimiento cerámico de unos dos centímetros de grosor, presenta las paredes internas de la acequia restos de haber estado pintado en rojo más bien color almagra “colorao”.

En general la acequia muestra por lo menos hasta cuatro momentos constructivos claramente identificados y que se deben de corresponder con cuatro momentos cronológicos perfectamente definibles:

1. Estructura de tapial del tipo cal y canto, es en este primer momento donde pensamos que debe de utilizarse o ponerse en funcionamiento junto con los restos de acequias que se excavan en la roca.

2.  Muros de sillares rectangulares con enlucido.
3. Fases de reparación de las partes altas con un tipo de argamasa rica en piedras de pequeño mediano tamaño, con un acabado muy pobre, en algunas partes este momento de reparación es sustituido por la utilización de ladrillos rectangulares, en la zona de acueducto que va al Molino Colorao.
4. Restos de acequias, en las partes bajas del molino Colorao realizadas o reparadas con hormigón contemporáneo.


1. El tapial no es una técnica constructiva estrictamente musulmana, existen testimonio de hecho en otras culturas anteriores, pero es cierto que su implantación y momento de eclosión se debe al momento en que el imperio almohade absorbe los restos del reino almorávide, su intrusión en tierras andalusíes se inicia sobre el 1147 y se termina o consolida sobre 1172

2. Directamente unido a estos restos de muros de tapial observamos lienzos de muros de cuerpo sólido y macizo realizado con sillares rectangulares perfectamente escuadrados unidos con argamasa y una capa de enlucido, a simple vista estos restos se corresponden con un arreglo de envergadura de la acequia.

A este respecto hemos de comentar que años antes de la caída de la Málaga musulmana y las zonas aledañas del Valle del Guadalhorce, las tropas cristianas realizan expediciones de internamiento en territorio musulmán con el único objetivo de destruir y mermar la economía de las zonas fronterizas de al-Andalus, con el fin de ir eliminando la resistencia, para posteriormente pasar a la conquista, son las llamadas Razzias, realizan la política, cuando se retiran, de la tierra quemada, talan árboles, ciegan pozos destruyen acequias y edificios…

Ardieron las viñas y olivares de Álora y Cártama y la tala que se hizo en la Hoya no tiene más precedente que alguna lejana convulsión geológica… La Vega se convirtió en un desierto y no quedó molino ni brizna sin quemar ni aplastar…[3] primavera de 1484. 


Fotografía. Detalle del rebosadero o aliviadero del Caos o Tajea,  justo antes de donde debía de estar el escubo del molino de La Borda I. Fuente: ©Santamaría2010

Quizás esta reparación se deba a los destrozos causados por  esas expediciones dañinas que desembocan en la despoblación de la Alquería de Laulín y a la necesidad de poner en funcionamiento esas acequias tras los repartimientos de tierras y molinos de Alhaurín de la Torre comenzado por Cristóbal Mosquera y Francisco de Alcazar y terminado por Juan Alonso Serrano en Diciembre de 1495.


 3. Un tercer momento constructivo seria el representado en las partes altas, que es más chapucero peor acabado, este tercer cuerpo se superpone a los dos primeros, por lo que ha de corresponderse cronológicamente a un momento posterior de reparación del trazado de la acequia, o de reelevación del calado de la acequia por la colmatación de la  misma, que refleja cuando menos un abandono o una falta de obras de mantenimiento correcto.

4.     La cuarta fase apunta a reparaciones de época moderna de las estructuras. Hecho lógico si tenemos en cuenta la perduración de su funcionalidad en el tiempo.



Fotografía. Detalle del rebosadero o aliviadero, y a su izquierda y abajo el rebosadero más antiguo amortizado. Obsérvese los dos momentos constructivos claramente identificados. Fuente: ©Santamaría2010

Otro elemento significativo y que aparece por dos veces en este paramento es la figura de el aliviadero o rebosadero, apreciamos un primer ejemplo parcialmente tapado o cubierto por el enlucido que nos indica que se encuentra amortizado y a pasado a formar parte de la propia acequia como elemento constructivo, este primer rebosadero se correspondería con la primera fase constructiva de tapial y que lo situamos cronológicamente en época almohade. Algo más arriba 0,50 m. y a la derecha del anterior encontramos otro aliviadero algo más grande perfectamente conservado. Las coordenadas U.T.M. de este punto son las siguientes x=360485 y= 4059240.




Fotografía. Edificio de dos plantas, que se encuentra en la trasera de Embutidos Rene, que posiblemente se debe de corresponder con el espacio que ocuparía la maquinaria del molino La Borda I. Fuente: ©Santamaría2010




Fotografía. Detalle del arco decorativo conservado justo antes de que la acequia se pierda dentro de embutidos Rene. Santamaría2010

Los aliviaderos solían ponerse justo antes de la ubicación de los cubos o escubos, y servían para desviar o desaguar el agua en caso de parada técnica o parada del molino.

Del escubo de este molino no sabemos nada o no se ha conservado, y del resto de la maquinaria tampoco, aunque sospechamos que debió de corresponderse con una estructura de forma cuadrangular y de dos pisos que se encuentra por la parte trasera de la Fábrica de Embutidos Rene. Coordenadas U.T.M. siguientes x=360487. y= 4059253.

El estado de conservación de los restos en general es aceptable, aunque es mejorable, haría falta la eliminación de la vegetación que enraíza e invade algunos fragmentos, en especial alguna higuera, cuyas raíces se han incrustado dentro de la propia estructura, desencajando bloques de piedras y haciendo peligrar la integridad del muro.




(1)De Molina Bautista, José Manuel: “Historia de Alhaurín de la Torre en la Edad Moderna, 1489-1812”. Pág. 62.
 (2)AHPM, leg. P-2572, fol. 951) en Baquero Luque, José.: “Toponimia del Término municipal de Alhaurín de la Torre. Málaga”. Pág. 117.